Cuatro meses después de aquella visita, que tuvo una grandísima acogida, y con 17 puntos más en el casillero, Dril ha vuelto a San Judas para dar las gracias. Un agradecimiento por haber hecho «lo imposible», ya que la victoria en Primera se había convertido en una auténtica utopía, y por estar vivos en la lucha por la permanencia, a tan solo cuatro partidos del final de la temporada.